Recuento de enero y objetivos para febrero

Este año he decidido ponerme objetivos facilitos y mes a mes. Que si hago una lista de todo lo que tengo que cumplir en el 2018 (no me gustan nada los números pares, pero bueno, este año va a ser bueno, repítetelo, Menta, ohhhhhhmmmm), pues al final me pasa como con los exámenes, que me pego el atracón los últimos días y me daré palmaditas en la espalda diciéndome lo bien que lo he hecho. Lo único que me planteo a largo plazo es leer cien libros.

Para enero quería:

  • Apuntarme al gimnasio: ¡Hecho!
  • Ir al menos quince días: ¡Hecho! Y me he sorprendido yo la primera. No tenía demasiada fe en mí misma porque soy más floja que un muelle guita, pero he ido el mínimo que me planteé. Un día de cada dos. Bien, bien.
  • Leer cinco libros: sí y no. He leído libros de estos lees en un plisplas y si te preguntan al día siguiente el nombre de los protagonistas se te queda cara de pez. Tengo una querencia más o menos secreta, a lo guilty pleasure, con la novela romántica, pero leída una, leídas todas y además cada vez me doy cuenta de más cosas que me chirrían y me cabrean, así que no, diría que no lo he cumplido. He leído dos libros en condiciones. Mal. 
  • Perder dos kilos: sí. He hecho dieta, la que me dijo el endocrino, he hecho ejercicio y me he despendolado los fines de semana como estaba mandado. 
Estoy contenta. 
He cumplido prácticamente todo lo que quería, he iniciado una rutina más sana y en general ha sido un mes muy bueno. Con la tristeza de volverme después de navidades de España a país donde no deja de llover y con un par de bajones que achaco a las hormonas y a la mala leche, claro, pero con muy buenas noticias relacionadas con la salud de mi padre, con una amiga que vino a verme a este pueblo perdido de la mano de Dios y con descubrimientos de sitios nuevos. 

Para febrero, cosas fáciles. Quiero:

  • Ir al gimnasio 20 días. Va a estar más apretado que en enero, porque quitando lo obvio de que febrero tiene menos días, ya tengo planeados un par de fines de semana saliendo de picos pardos. Así que tengo que vencer a la pereza, ¡e ir entre semana!
  • Ir a casa. Esta tiene trampa. Porque acabo de comprar los billetes para ir un fin de semana largo. 
  • Perder dos kilos. 
  • Intentar revivir a mi tronquito de Brasil. 

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